Alfredo Eidelsztein

Del Big Bang del lenguaje y el discurso en la causación del sujeto

Entrevista realizada por Emilia Cueto para la revista Imago Agenda Nº 164, en octubre de 2012.

Apertura es una sociedad de psicoanalistas que tiene la particularidad de no tener un centro, existen varias Aperturas: La Plata, Buenos Aires, Salta, La Paz (Bolivia); con grupos asociados al proyecto en San José (Costa Rica), Medellín (Colombia), Porto Alegre, San Pablo (Brasil) y en otras ciudades de Argentina y Latinoamérica que trabajan vinculadas en un programa de investigación en psicoanálisis.
Desde noviembre de 2008 Apertura publica la revista El Rey está desnudo que se caracteriza por un formato de publicación científica (argumentación lógica, resumen, palabras clave y una muy cuidada referencia de citas), poco habitual en el ámbito psicoanalítico. Entrevistamos en esta ocasión al Dr. Alfredo Eidelsztein, psicoanalista, miembro de Apertura, autor de La topología en la clínica psicoanalítica, Modelos, esquemas y grafos en la enseñanza de Jacques Lacan, Las estructuras clínicas a partir de Lacan (2 volúmenes), El grafo del deseo (traducido el año pasado al inglés), La pulsión respiratoria en psicoanálisis (en colaboración) y en esta oportunidad autor del “El origen del sujeto en psicoanálisis. Del Big Bang del lenguaje y el discurso en la causación del sujeto” que se publica en el último número de la revista de su Sociedad y, al igual que todas sus obras, a través de nuestro sello editorial.

¿Cuál es a su criterio la situación del psicoanálisis actualmente y cuál es el aporte que se pretende hacer desde El Rey está desnudo?

La situación del psicoanálisis en la actualidad me parece que es la misma que Lacan diagnosticó desde 1953 y hasta el momento de su muerte: “Los psicoanalistas no están a la altura teórica que demanda su praxis”. En relación a esta dificultad tanto en Apertura como en nuestra revista intentamos colaborar con la resolución del problema estudiando e investigando; y bajo un modo racional comunicamos nuestros trabajos. No nos avalamos en la experiencia ni en la autoridad de las personas; para nosotros la producción de un joven desconocido vale lo mismo que la de un viejo famoso, todo depende de la calidad teórica ¬rigurosidad, análisis, racionalidad, serias referencias bibliográficas, comunicabilidad, etc.¬ de la investigación. Además hacemos algo muy infrecuente en las sociedades de analistas: estudiamos matemáticas, física, lógica, lingüística moderna, etc. y nos planteamos que el psicoanálisis habita en el seno de ese conjunto de saberes. Nos planteamos que el saber, la teoría, los modelos teóricos crean las prácticas; esa es nuestra posición epistemológica.

La tendencia que ustedes postulan en el psicoanálisis lacaniano actual y que responde en la misma dirección que “la demanda biologicista, individualista y nihilista de la época y sociedad en la que vivimos” (tal como afirman en la editorial del primer número de su revista), ¿puede ser pensada como un postlacanismo (de manera análoga al postfreudismo)? ¿Proponen un retorno a Lacan?

El retorno a Freud de Lacan, según nuestra lectura fracasó. He publicado dos artículos en El Rey está desnudo con los resultados de mi investigación al respecto. Nuestra apuesta, dado ese diagnóstico, no se basa en un retorno a Lacan, sino dar o intentar dar un paso más adelante llevando la teoría de Lacan hacia los desarrollos a los cuales la misma apunta; por eso nuestra revista lleva como subtítulo: Revista para el psicoanálisis por venir. Intentamos estudiar las causas del fracaso de Lacan y para tal fin diseñamos un Programa de Investigación Científica que, modificado todos los años, guía nuestras investigaciones. Efectivamente postulamos que el debate para llevar al psicoanálisis más allá, pasa por establecer las dificultades “más acá”; ellas son: nihilismo, individualismo, biologicismo y tiempo presente frente a los cuales el psicoanálisis debe posicionarse en sentido inverso, debido a que funcionan como las causas del sufrimiento específico con el que opera el psicoanalista. Hoy los psicoanalistas, la mayoría sin saberlo, se sostienen en una posición clínica nihilista, individualista y biologicista y en tiempo presente.

En el último número de El Rey está desnudo propone concebir la entrada en el lenguaje de manera análoga al Big Bang. ¿Qué consecuencias tiene para el psicoanálisis lacaniano contemporáneo esta propuesta?

No, yo propongo “la entrada del lenguaje” no “en el lenguaje”. Su pregunta recae en un aporte que me animé a hacer, quizá el primero, a la teoría psicoanalítica. El mismo consiste en aportar y articular un modelo teórico de la cosmología moderna, el más avalado, que permite resolver la siguiente cuestión: todo el mundo cree que primero nacemos (cuerpo biológico, 0 meses), luego aparece el yo (6 meses) y posteriormente la palabra (12 meses); pero la teoría de Lacan se sostiene en que el Otro y el orden significante siempre ya están en funcionamiento para el análisis de todo fenómeno en el campo de psicoanálisis. Lo digo con más claridad: primero la lengua y el discurso y segundo el gozo, tal como designamos en Apertura al concepto jouissance de Lacan. Esa es la posición de Lacan, no así la de Freud. Pero el problema es que resulta evidente para nuestro sentido común que primero está el cuerpo biológico y luego la palabra, tanto a nivel social como al particular. Con el modelo teórico del Big Bang, que Lacan no llegó a articular al psicoanálisis, se puede postular lógica y racionalmente un “olvido absoluto de lo que estaba antes como sustancia biológica” y así poder afirmar que lo imposible en psicoanálisis no es lo carnal o lo vivencial (que según el poslacanismo es primero y que no entra plenamente en el lenguaje, que sería segundo); sino que lo real es lo que crea e introduce la misma estructura de la lengua y el discurso. Lo imposible es lo imposible lógico y matemático, no lo inefable.

Acaba de referirse a lo que ha publicado en varias oportunidades sobre el fracaso de Lacan. En la ciudad con más psicoanalistas lacanianos por habitante ¿de qué se trata este fracaso?

Para decirlo en la forma más sencilla: Lacan siempre intentó darle una determinada base teórica específica a la práctica del psicoanálisis que no fuese contradictoria con lo más subversivo del descubrimiento o, mejor dicho, de la creación freudiana; ella consiste, fundamentalmente, en articulaciones lógicas, topológicas y matemáticas. Pero sus discípulos se dedicaron a traducir lo nuevo aportado por Lacan a lo que había dicho Freud. Lacan postuló que su retorno a Freud consistía en volver a escribir al psicoanálisis en sentido inverso, sus alumnos lo interpretaron como fidelidad. Quizá, para decirlo como le gustaba al propio Lacan: se trató de su intento de sustituir al Padre en psicoanálisis por los nombres del padre, pero fracasó. Jamás, en un proyecto con espíritu científico, la fidelidad puede ser un valor positivo. El que haya en Buenos Aires muchísimos lacanianos no significa nada en sí mismo, ¿acaso Lacan no postuló que los “freudianos” no estaban a la altura teórica y práctica de lo creado por Freud? Todos los lacanianos me responden cuando les digo esto que Lacan afirmó “Yo soy freudiano”, yo les recuerdo que eso lo dijo sólo una vez y que otras tantas afirmó: “Freud no era lacaniano” y “Platón era lacaniano”, pero estas últimas frases están reprimidas (como tantas otras).

Ud. también ha publicado que el lacanismo ha tendido a un progresivo aislamiento de otras disciplinas, entendiendo de modo inverso las recomendaciones de Lacan respecto de la extraterritorialidad del psicoanálisis. ¿Cuáles son las disciplinas que los lacanianos dejaron a un lado y que usted considera fundamentales para entender a Lacan? Tal vez esta pregunta podría ser formulada de un modo más general: ¿Cómo cree Ud. que los lacanianos hoy se vinculan con la obra de Jacques Lacan?

Los psicoanalistas se sostienen con orgullo en una extraterritorialidad científica, así se ven obligados a orientarse hacia una cierta práctica del psicoanálisis con orientación poética; Lacan designa esta orientación como oscurantismo. Nosotros en Apertura postulamos un psicoanálisis “intraterritorial” al campo de la ciencia. Lo planteamos como un determinado saber, como el inconsciente entendido como saber no sabido que habilita una práctica. Pero un saber racional, lógico y comunicable en forma coherente y por este motivo tan marcado por los límites y los imposibles. El gran descubrimiento científico del siglo XX en forma global es que toda formalización lógica o matemática incorpora, introduce, crea sus propios límites e imposibilidades. No es que lo apolíneo no logra diluir lo dionisíaco, sino que lo crea. En poesía se establece lo dificilísimo de decir (la muerte, el amor, etc.), las disciplinas formales crean su imposible de escribir cualquier cosa. Nosotros adherimos al segundo modelo, no por fidelidad a Lacan, sino por ser nuestra base axiomática, determinada a su vez por nuestra posición ética. Le propongo una reflexión al margen: ¿acaso no cree que el público específico que consulta al psicoanalista padece de un exceso de fidelidad al Padre? Ciencia y fidelidad a la autoridad personal son contradictorios absolutos, tanto como la religión y la ciencia.

Como verá en Apertura nos tomamos muy en serio el diagnóstico de Lacan respecto del “sujeto de la ciencia”. El nombre de nuestra sociedad, “Apertura”, y el de nuestra revista, El Rey está desnudo –Revista para el psicoanálisis por venir, apuntan a indicar doblemente nuestra posición tendiente a articular, respetando las diferencias, al psicoanálisis a las ciencias en general y a las formales en especial.
Basta abrir cualquier página de Lacan, en especial la de los últimos años de su enseñanza, para ver la presencia de las ciencias formales en una insistencia llamativa, sorprendente. Lacan lo designa como la estructura misma pero sus discípulos se ven obligados, por fidelidad a Freud, a convertirlo en metáfora.

Le agradecemos que nos haya concedido esta entrevista.
Además de agradecerles esta oportunidad de presentar estas ideas, estas diferencias, quisiera dejar asentada una reflexión: creo que en psicoanálisis, luego del fallecimiento de Lacan, lo que más está faltando es la discusión pública y seria sobre las diferencias básicas fundamentales de los modelos teóricos y, consecuentemente, prácticas que sostenemos los psicoanalistas. Hay lucha de poder entre las instituciones pero casi no hay debates sistemáticos y públicos sobre las diferencias teóricas que guían nuestras prácticas. Cada grupo hace como que el otro no existe y temo que tal maniobra redunde en un gran empobrecimiento de la propuesta que el psicoanálisis tiene para hacerle a las otras disciplinas de saber y al conjunto de la sociedad. Muchas gracias.

* Entrevista publicada en la revista nº 164 de Imago Agenda en octubre de 2012.